AVENTURAS Y DESVENTURAS DE UN PERRO LLAMADO CHONI



"Todos los hombres son dioses para su perro. Por eso hay gente que ama más a sus perros que a los hombres" Aldoux Huxley



sábado, 26 de diciembre de 2009

Invisibilidad: Yo, cuando escucho la palabra bañera.

"Cualquiera que no sepa qué sabor tiene el jabón, jamás ha bañado a un perro". Franklin P. Jones

                              Si no me muevo a lo mejor no me encuentran entre tanto trasto.

No hay peor frase para mis oídos que cuando dicen: "Choni,  ¡a la bañera!"  son palabras tan horribles que echo a correr pero en dirección contraria a la que me están esperando. Luego escucho: ¿Choni? ¿dónde estás? ven, que estás muy sucia.

Sabrá ella lo que estar sucia, cada vez que me baña me cuesta un montón conseguir oler de nuevo como ahora. El mismo autor que la frase de arriba dijo: "La experiencia es algo maravilloso, nos permite reconocer un error cada vez que lo volvemos a cometer".

¿Pero cómo consigo explicarles que se están equivocando de nuevo? yo con una vez tuve bastante para saber que no quería bañarme más.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

¡Feliz Navidad!

¡Me fascina la nieve!  es como jugar al escondite, voy dando saltos y tengo que buscarme las manchas negras para encontrarme. Si me buscan por el lado izquierdo. No estoy. ja, ja, ja... es muy divertido.
Aunque con este traje me encuentro enseguida.






¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!!!!! Guauuuuuuuuuu
 (pinchad sobre navidad)

jueves, 10 de diciembre de 2009

El calor del hogar

 "Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre. ¿Y quién es el mejor amigo del perro?"  Choni Mandl

                                Yo tumbadita y calentita en mi sofá preferido

-Y cuando estás tan calentita en el sofá cerca de la calefacción y te dice: "Hala Choni, vamos a hacer pipí" y de pronto paso de estar soñando con preciosos perros corriendo por la playa con el sol en la cara a estar en la calle con 0 grados, el cuerpo agarrotado de frío y ella insistiendo "venga, mea" yo la miro y me doy la vuelta hacia casa. Hacia mi sofá calentito. Pero no sirve de nada mi mirada implorante. Me resigno y vuelvo a ir hacia la esquina, intento coger carrerilla haber si entro en calor pero también me riñe si me voy muy lejos. "Aquí" grita. No creas que me cae muy bien cuando me hace esto.


    ¿A que doy pena cuando miro así? pues a mi dueña no  consigo convencerla. La aureola se me ha caído pero ahora mismo la pongo otra vez sobre la cabeza.


-Por esta vez le voy a hacer el favor pero no entiendo porqué dice "vamos a hacer pipí" cuando la única que hace el esfuerzo soy yo.

El paseo

 "Si llueve, hace frío y además no puedes perseguir conejos. Mejor quédate en casa"  Choni Mandl


-No entiendo bien por qué mi dueña se empeña en pasear con el frío que hace y para colmo está lloviendo. Encima ha cogido una vieja bicicleta con la rueda pinchada y se empeña en que yo la lleve. Ha atado mi correa al manillar y cuando corro (que es lo que más me gusta) ella aprovecha para tener más velocidad, además me atropella cada dos por tres porque cuando yo quiero atravesar la carretera para llegar al campo ella se va recto y claro me "pisa" con la rueda y encima me grita.

-Yo soy muy sensible y me paro a escucharla, pero no entiendo el motivo por el que ella va montada y con impermeable y yo me tengo que mojar y empujar cuando la que ha querido salir de paseo es ella.

-Creo que mi dueña no ha leído la primera frase. 

(Buscaré una imagen de mi explotación)


NO he encontrado nada mejor, pero esta foto es de hace una semana, SÍ, 1 SEMANA, estaba yo al solecito de noviembre en Mallorca con mi dueña, incluso nos bañamos, bueno ella se bañó y yo entré a rescatarla cuando la vi mover los brazos muy deprisa como si se estuviera ahogando...

"Los amigos de mis amigos son mis amigos"

 "Bienaventurados los perros que tienen un dueño que viaja por todo el mundo y le pueden acompañar"  Choni Mandl

 -Ahora estoy en Alemania con mi dueña (luego seguiré con el diario de mi 3º mes) y tengo un "pesao" de perro —se llama Lack— que me sigue a todas partes, con su hocico "pegao" a mi culo, todo el tiempo molestando. Creo que tengo que aprender a gruñirle en alemán porque parece que el español no lo entiende.

-Y vamos siempre en procesión. Yo sigo a mi dueña a todas partes (esto es enorme con un montón de pasillos y habitaciones)  y él me sigue a mí, bueno, más bien a mi trasero. Si fuese ciego creo que me encontraría igualmente porque sólo se deja guiar por su hocico olfateando el aire en mi dirección. Piensa que soy su regalo de Navidad. Y eso que llegué sin lazo.

-Desde el primer día le he tenido que enseñar quien manda. Le he quitado su sitio en el sofá (el lenguaje de gestos es internacional), también en el sillón. Por si acaso me canso del sofá. A la hora de comer, yo como primero y mirándole de frente para que por unos momentos se concentre en el cuenco de la comida y no en mi culo.


       Aquí está la fiera (Lack) ¡qué bonito debe de ser el campo en primavera!

-En el coche si hace frío (y en este país suele hacerlo), le utilizo de colchón para estar más calentita pero cuando la calefacción comienza a hacer efecto le voy empujando hacia un extremo.
Cuando corremos por el campo no le consiento que toque mi pelota. Eso sí que no: Mi pelota es EXCLUSIVAMENTE mía, y mis huesos y mis palos y mi agua...

En fin, no quiero aburriros pero supongo que ha quedado claro quien manda.

martes, 8 de diciembre de 2009

Mi segundo mes


"Para disfrutar de verdad de un perro, no se debe tratar de entrenarlo para que sea semihumano. El punto es abrirse uno a la posibilidad de ser más perro". Edward Hoagland



Mi primera casa estaba cerca de donde nací, tenía mucha luz y mucho alboroto.

Al principio estaba muy compungida porque echaba de menos a mi madre y a mis hermanos y no me separaba de Ada (así se llama mi dueña), dormía con ella y me quedaba muy triste cuando no estaba. Cuando volvía olía a caballo y heno. Hasta meses más tarde que me llevó con ella a la hípica no fui capaz de identificar el olor...
En la casa también vivía un mono que un día se escapó y se armó un revuelo tremendo... todo el mundo intentaba cogerlo y siempre se escabullía...

Un vez mi dueña tardó más de lo normal en volver y cuando lo hizo fue para cambiarnos de casa.

Primero tocamos a alguna puerta, con la maleta, la manta, la correa... mi dueña parecía triste y me abrazaba y me daba muchos besitos... yo si estaba con ella ya estaba contenta.

Al fin fuimos a vivir a la casa de una amiga de mi dueña y su hermano, casi siempre estaba oscura pues no subían las persianas para que entrase el sol. Ya vivía allí un pastor alemán que se puso muy contento al verme, me daba muchos besos y un gato que al principio me miró curioso y luego indiferente. Me dejó bien claro donde estaba el lugar de cada uno en esa casa... Aprendí las jerarquías.

El piso estaba cerca de una plaza con una gran fuente. Sé que era grande porque un día me tiraron y no conseguía salir. Menos mal que mi dueña me rescató...

Después de eso volvimos a cambiar de casa... y llegué a la casa donde a lo largo de los años volvería muchas veces. Siempre como volver al hogar...


                            Yo con 2 meses. Me pusieron esta caja de baño pero yo entendí cuando me la  señalaban con el dedo que era mi cama...

Mi primer mes

"La conmiseración con los animales está fuertemente unida con la bondad de carácter, de tal manera que se puede afirmar que quien es cruel con los animales no puede ser buena persona" Artur Schopenhauer



Nací en Alicante en junio de 2008, justo en las fiestas de San Juan, con un ruido atronador de fuegos artificiales y petardos, que aún no lo sabía, pero en el aventurero futuro que me deparaba la vida, me sirvió de mucho para no asustarme del mundanal ruido.
Soy una perrita valiente.

Físicamente me parezco a mi madre. Cuando vi a mi futura dueña por primera vez yo acababa de cumplir 3 semanas y ella tenía 17 años.
Ella buscaba un perro que tuviera todas las carácterísticas que a mí me faltaban: macho, color oscuro, —negro o marrón—, grande... cualquiera de mis cuatro hermanos era así... yo, por el contrario, soy hembra, blanca, pequeña...
Entró. Buscó con la mirada a mis hermanos. Yo la miraba con curiosidad en la distancia, recostada sobre la espalda de mi madre... Entoces oí por primera vez su voz y supe inmediatamente que quería seguir oyéndola el resto de mi vida.
Me levanté de un salto y puse en marcha toda mi estrategia y simpatía para conseguir que se fijara en mí.
No iba a ser fácil convencerla de que yo era el perro de su vida.
Tuve que gastar mucha saliva que extendí por toda su cara con mi rugosa lengua, haciéndola reír varias veces...
Le enseñé la casa... mi barriga... otra vez mi barriga, le lavé la cara unas cuantas veces más ...otra vez mi barriguita, y al cabo de una hora, mis dotes de persuasión que tan buen resultado me darán a lo largo de la vida, surtieron efecto: ella había decidido —osea yo había decidido— que ya no quería un macho oscuro y grande sino una preciosa perrita blanca y pequeña :-) osea, a mí.



Sólo tenía pensado un nombre de "chico" y mis primeros nombres fueron tan originales como "Perla", "Blanquita" "Princesa"... para terminar llamándome CHONI (que no La Choni).



"Todo el conocimiento, la totalidad de preguntas y respuestas se encuentran en el perro" Franz Kafka